
Los galgos rescatados no sólo necesitan cuidados físicos, sino también un profundo acompañamiento emocional para sanar sus heridas invisibles. He invitado a Annabel, de Be Kind. Educación Canina, que en este artículo nos comparte su experiencia y conocimientos sobre la recuperación emocional de estos perros tan especiales. A través de un enfoque respetuoso y basado en la confianza, nos guía en el proceso de ayudar a los galgos a reconstruir su bienestar y seguridad.
DEL MIEDO A LA CONFIANZA: LA RECUPERACIÓN EMOCIONAL DE LOS GALGOS RESCATADOS
Cuando un galgo es rescatado y llega a una protectora, no es solo su cuerpo el que necesita sanar. Las heridas invisibles, las que deja el miedo, la inseguridad y la desconfianza en los seres humanos, son las que más tiempo tardan en cicatrizar.
El estado en el que llegan: miedo, estrés y desorientación
Los galgos rescatados de la caza o las carreras suelen llegar en condiciones extremas: desnutridos, con heridas abiertas, fracturas mal curadas o signos de maltrato físico. Pero más allá del daño visible, la mayoría arrastra un profundo trauma psicológico.
Algunas de las señales más comunes en estos perros son:
🔹 Miedo extremo a los humanos, especialmente a los hombres.
🔹 Hiperalerta y sobresaltos constantes ante ruidos o movimientos bruscos.
🔹 Dificultad para relajarse y descansar debido a un estado permanente de estrés.
🔹 Bloqueos o respuestas de huida cuando se sienten acorralados.
🔹 Apego excesivo o, por el contrario, desapego total en sus interacciones con las personas.
Este estado es consecuencia directa de una vida en la que nunca han sido tratados como individuos con necesidades emocionales. Durante años, su única función ha sido rendir, correr, cazar. No han aprendido lo que es un lugar seguro o una relación basada en la confianza.
La primera fase: seguridad y rutina en la protectora
El trabajo de las protectoras es clave en la recuperación de estos perros. En las primeras semanas, el objetivo principal es proporcionarles un entorno predecible y seguro donde puedan empezar a relajarse.
🔹Espacios tranquilos y sin sobresaltos: muchos galgos necesitan zonas donde puedan observar sin ser forzados a interactuar.
🔹Interacciones sin presión: obligarlos a recibir caricias o acercamientos puede aumentar su miedo. Es mejor dejar que ellos marquen el ritmo.
El uso de comida en estos casos puede ayudarnos a facilitar la confianza, sin embargo, también podemos acabar forzando fácilmente al perro a acercarse sin estar realmente preparado. Por eso es mejor ser precavidos con esta, y no utilizarla para atraer al perro cuando su comunicación nos muestra que no está preparado.
🔹 Rutinas diarias estables: actividades como comer o pasear siempre a la misma hora ayuda a reducir la incertidumbre.
🔹Enriquecimiento ambiental: ofrecer elementos para que puedan olfatear, morder, desgarrar… Puede ayudarles a descargar su estrés y mejorar su bienestar. Para esto podemos utilizar elementos naturales, como palos o piñas; y objetos con diferentes olores, texturas, e incluso sabores.
De la protectora al hogar: cómo ayudarles en su nueva vida
Cuando un galgo es adoptado, el proceso de adaptación continúa. Para muchas familias, la primera impresión puede ser desconcertante: esperan un perro cariñoso y agradecido, pero en su lugar encuentran un animal temeroso que se esconde, tiembla o evita la mirada. Esto no es rechazo, es supervivencia. El perro ha salido de un lugar al que, con suerte, se había acostumbrado; para ser trasladado a un sitio nuevo y desconocido, este cambio produce incertidumbre, estrés y preocupación, tú sabes que el cambio es positivo para el perro, pero él aún no lo sabe.
Pautas para su adaptación en casa
✔ Conoce al perro antes de llevartelo a casa: si es posible, sería recomendable que la familia conociese al perro antes de llevárselo a casa, que fuese a la protectora o la casa de acogida, y pasasen tiempo con él, esto hará que el perro tenga cierta familiaridad con la parte humana antes trasladarse a su casa, facilitando la transición.
✔ Respeta su espacio: cuando adoptamos un animal estamos deseosos de interactuar con él, de acariciarlo y darle todo nuestro cariño. Sin embargo, es muy probable que nuestro perro no esté preparado para un contacto de tanta intensidad todavía. Respeta su espacio y sus tiempos, hasta que él decida acercarse.
✔ Crea un espacio seguro y tranquilo: nuestro perro necesita tranquilidad para habituarse al entorno y sentirse seguro. Así que durante su adaptación, trata de evitar los ruidos fuertes y los movimientos repentinos, también las visitas y celebraciones en tu casa.
✔ Enséñale el mundo de manera progresiva: los cambios de entorno pueden ser muy abrumadores, pero cuando a esto se suma que el nuevo entorno es completamente diferente y en muchos sentidos más exigente que en el que han vivido toda su vida, los perros pueden llegar a colapsar. Esto pasa especialmente cuando vivíamos en zonas urbanas muy masificadas. Los perros de caza no están habituados a la ciudad, y este entorno los puede sobrepasar demasiado. Si es tu caso, trata de enseñarle ese nuevo entorno de manera progresiva, empezando por paseos muy cortos, eligiendo horarios lo más tranquilos posibles (primera hora de la mañana, última hora de la noche), y buscando las áreas lo menos bulliciosas posibles.
✔ Usa un arnés antiescape: los galgos son perros con tendencia a huir cuando se asustan, y su morfología hace que sea fácil que se salgan de un arnés convencional y huyan corriendo.
✔ Establece rutinas: horarios fijos para comida, paseos y descanso le ayudarán a sentirse seguro.
✔ Dale tiempo y paciencia: no hay un tiempo estándar para la adaptación de un perro a su nuevo hogar, y más cuando hablamos de perros con problemas emocionales. La paciencia es clave para cualquier proceso de adaptación.
Los primeros meses son cruciales. Un galgo que ha pasado años en cautiverio o maltrato necesita un proceso de descompresión antes de empezar a confiar. Con el tiempo, muchos descubren el placer de las caricias, el confort del sofá y la alegría de correr sin miedo.
Una segunda oportunidad para una vida digna
Un último pero importantísimo apunte, los galgos rescatados tienden a llegar a nuestras vidas con una pesada mochila a sus espaldas, las experiencias vividas juegan un papel muy importante en su desarrollo, sin embargo, recrearnos en este pasado y tratarlos con pena y lástima, lejos de ayudar, los incapacita para avanzar.
Evita tratar de esta manera a tu perro, confía en él, confía en sus capacidades y se el apoyo que necesita dándole las herramientas que necesita para superar los desafíos que se encuentre.
Cada galgo rescatado es una historia de supervivencia, de resiliencia y de segundas oportunidades. Con el apoyo adecuado, pueden aprender a vivir sin miedo y convertirse en compañeros increíbles. La clave está en comprender su proceso, respetar sus tiempos y ofrecerles un entorno donde, por primera vez en su vida, sean valorados por lo que son y no por lo que pueden hacer.
Un agradecimiento especial.
Quiero dar las gracias a Annabel de Be Kind. Educación canina, por permitirme compartir su conocimiento y sabiduría en el acompañamiento de los galgos rescatados, guiándolos con respeto y empatía hacia su recuperación emocional.
Te invito a visitar su blog, donde hablo sobre la difícil situación actual de estos animales y la urgente necesidad de protección y conciencia social. Y a seguir explorando el valioso trabajo de Annabel en Be Kind. Educación Canina. Juntos, podemos contribuir a un futuro más amable para estos maravillosos compañeros.
Si quieres saber más sobre Annabel, visita su web: www.bekind-educacioncanina.com
